Fiestas Santo Ángel 2.019

Un año más acabamos de celebrar nuestra entrañable fiesta del Santo Ángel.

Esta festividad tiene una antigüedad de casi 350 años en la cristiandad, dado que en 1670, el Papa Clemente X estableció oficialmente el 2 de Octubre como día de celebración de la fiesta de los Santos Ángeles de la Guarda, entendiéndola como la festividad del ángel particular que a cada cristiano le es asignado en su bautismo.

Fue entre los años 1927 (bajo Pío XI) y 1973 (bajo Pablo VI) cuando esta conmemoración se pasó a celebrar el 1 de Marzo, y nuevamente tras ese año se volvió a situar en el 2 de Octubre por estar más ajustada en el Santoral a la festividad del 29 de Septiembre, San Miguel Arcángel.

En nuestro pueblo nos quedamos con el 1 de Marzo seguramente para que no coincidiera casi con nuestra otra fiesta patronal de Septiembre.

El viernes día 1 de Marzo (“El Ángel”), como todos los años, nos reunimos a las 19 horas en la Iglesia para celebrar la Santa Misa. Don Isidro pronunció una homilía en la que mencionó, entre otras cosas, cómo él ha renovado su devoción al Santo Ángel gracias a Alonso (QEPD), que la tenía muy arraigada y al que le dio mucha fuerza durante su larga enfermedad. La misa tuvo bastante asistencia ya que, al ser viernes, permitió que mucha gente pudiera venir.

Acto seguido, ya anochecido, tuvimos la tradicional cena de la tortilla en el Hogar del Jubilado, con múltiples viandas traídas por cada familia. El lleno fue absoluto y la asistencia muy nutrida, no habiendo casi hueco para más gente si hubiera venido. Los chascarrillos, comentarios y cotilleos, como siempre, circularon tan alegremente como la comida. Excelente la leche frita de Isabel Torrejón.

Vimos a un Enrique un poco apagado y sin su habitual chispa y gracejo porque su media naranja se encontraba en el extranjero. Al final de la cena se produjo el reparto de los librillos del Ángel como viene siendo habitual. Hay que felicitar especialmente (como también viene siendo habitual) a Tate por su esfuerzo en mejorar año a año el diseño y calidad del libro. Este año (como pasa siempre) pensamos que ya es inmejorable, lo mismo que dijimos el año pasado. La maquetación es excelente, y el diseño francamente espectacular. Por supuesto que hay que agradecer a todos los que han aportado su tiempo y su esfuerzo en llenarlo de contenido (Asociación Cultural y particulares), un contenido que refleja la calidad humana y fuerza que tiene la gente de nuestro pueblo. Y ya que estamos hablando del librillo, creo que hay que felicitar especialmente a Don Isidro por el fondo y profundidad de su escrito de este año. Como siempre, nuestro párroco, no da puntada sin hilo. Debe de ser que con su proximidad a las alturas tiene especial enchufe con su Ángel, y quizás parte de sus palabras hayan sido inspiradas por él…

El sábado día 2 (“El Angelillo”) se abrieron las celebraciones con juegos para los chavales, guiados por Clara y su amiga Paula. Por lo que me han comentado, el Ninja fue el que más éxito tuvo. Este año debimos de estar un poco amodorrados porque ni la calva ni los bolos salieron a que les diera la luz del sol. Debe de ser que como teníamos tres horas de charanga, decidimos reservar fuerzas para el baile-vermú. En efecto, la charanga "Los Maniseros", amenizó, con un tiempo casi primaveral el aperitivo, y la Comisión de Fiestas hizo bocatas de lomo, chorizo y panceta. ¿Qué más se puede pedir?

La tarde se remató con torneos de Continental, Parchís y alguna partidita de mus.

Los que no acabaron escarmentados del partido de Copa del Rey de la semana anterior pudieron acabar desencantándose del Real Madrid en el partido de las nueve, tirando por la borda la Liga. ¡Y eso que no sabíamos lo que se nos venía encima el miércoles ante el Ajax de Amsterdam!

A las doce de la noche hubo disco móvil para los más jóvenes (a esas horas los de mediana edad estábamos fundidos).

El Domingo día 3 (“El Angelón”), la Ronda empezó puntual en casa de Marisa y Miguel a las diez de la mañana. Como esta vez el tiempo acompañaba, hubo lleno absoluto y empezamos con muchos efectivos. Como siempre, costó un par de casas o tres afinar las gargantas hasta que empezó aquello a tomar cuerpo y a sonar bien, apañando los finales de las guitarras y los tonos de las voces.

Ángel Mateo se marcó sus dos clásicos de todos los años, y hubo risas y también algunas emociones por coplas sentidas de otros rondadores.

Este año tuvimos unas cuantas coplas de picadillo entre los de la EGB. Se conoce que estos chavales andan picados todo el año porque venían calientes y aprovecharon la ronda para ajustar cuentas. Hay que ver cómo estuvieron ellas de lucidas, aunque ellos dieron unos buenos capotazos y, según dijeron, hasta hubo tercio de varas, reiletes y tercio de muerte.

El arrastre fue cortado por el toque de campana, que anunciaba la Misa Mayor desde el campanario. Hubo tiempo justo para la foto de grupo (este año especialmente nutrida), ir a casa a cambiarse y acudir a Misa.

Nuestro Santo Ángel estaba engalanado como se merece, y en la homilía Don Isidro hizo referencia al renacer de la Cuaresma, al período de renovación en el que nuestro Ángel puede ayudarnos como especial intercesor.

Este año, tras la procesión en la que pusimos nuestras esperanzas y nuestro pueblo en manos del Santo Ángel, se procedió a la subasta de brazos en la que se recaudó bastante cantidad de dinero, pues dulces y tartas también contribuyeron a subir las pujas. La foto de grupo final no podía faltar, y la degustación de bollos y moscateles se prolongó hasta más allá de las tres de la tarde, entre animadas conversaciones y chascarrillos.

Esperamos seguir el año que viene metiendo el gusanillo de las tradiciones centenarias en los corazones de nuestros hijos para que no se pierdan en las siguientes generaciones. Si guardan tan buen recuerdo como nosotros de estos días de celebración y honra al Santo Ángel, no será difícil que el día de mañana continúen con ello adelante.

¡Viva el Santo Ángel de la Guarda!